A photo of Hector Tobar in his office

Mientras crecía en diferentes vecindarios de Los Ángeles, Héctor Tobar no sabía que algún día se convertiría en escritor a tiempo completo. De hecho, ni siquiera sabía que la escritura podía ser una profesión, a pesar de que sus primeros años se caracterizaron por un aprecio por la literatura.

Esto podría ser una sorpresa para aquellos que están familiarizados con el trabajo literario de Tobar. El profesor asociado de periodismo literario y de estudios chicanos/latinos de la sede de Irvine de la University of California es autor de cuatro libros, incluido el best-seller del New York Times, En la oscuridad: La historia jamás contada de los 33 mineros enterrados en una mina chilena y el milagro que los liberó, que fue adaptada al cine y protagonizada por Antonio Banderas. Como periodista consumado, Tobar ganó un Premio Pulitzer por contribuir a la cobertura de los disturbios de Los Ángeles para Los Angeles Times. Sus cuentos cortos también han sido ampliamente publicados. Tobar, quien obtuvo su Maestría de Bellas Artes (Master of Fine Arts, MFA) en ficción de la UCI, actualmente da cursos de escritura por medio de la Facultad de Humanidades y la Facultad de Ciencias Sociales de la UCI. 

El amor de Tobar por el mundo literario no proviene de un largo linaje de ávidos lectores y escritores, sino todo lo contrario. Su padre, quien emigró de Guatemala a los 21 años, solo cursó hasta 6° grado. Su abuela paterna era analfabeta. Cuando llegó a Estados Unidos, su padre asistió inmediatamente a la escuela nocturna y aprendió inglés con bastante rapidez, lo que motivó un apetito insaciable por la literatura, tanto en inglés, como en español. A los 78 años, todavía lee un libro a la semana.

“Mi padre cargaba con esta vergüenza”, expresó Tobar. “Creo que eso está presente en varias familias latinas: esta sensación de que se nos ha negado la oportunidad de realizarnos como seres humanos, de expresar toda nuestra humanidad. Así que mi padre inconscientemente me lo transmitió: este deseo de ser visto, de que la humanidad de uno sea vista por completo”.

Como estudiante de pregrado en UC Santa Cruz, Tobar estaba decidido a convertirse en médico. Pero eso cambió rápidamente después de tomar su primer curso de estudios latinoamericanos y de descubrir la tumultuosa historia de la región por primera vez; lo convirtió en su nueva carrera.

Recuerda cómo su profesor corregía minuciosamente su trabajo, lo que hizo que Tobar sintiera que el profesor realmente lo respetaba como pensador. Esto lo animó a contribuir con sus escritos a las publicaciones de su escuela; sin embargo, todavía no se le había ocurrido que podía escribir para ganarse la vida. Después de trabajar en educación infantil por un tiempo, Tobar comenzó a ser voluntario en un periódico comunitario en San Francisco llamado El Tecolote, donde se convirtió en editor a los 23 años.

Fue entonces cuando todo cuadró y pensó: “Esto es lo que realmente quiero hacer como profesión”.

Desde entonces no ha dejado de escribir y describe como un desafío continuo el crear algo totalmente nuevo cada vez; construir una entidad. Lo hace a través de ensayos, cuentos, novelas, artículos, y a menudo todo a la vez mientras hace malabares con múltiples proyectos. Incorpora los estilos de la ficción en sus ensayos y elementos no ficticios en sus novelas.

Según Tobar, la ficción lo ha convertido en un mejor periodista y ensayista. Recientemente escribió un ensayo para The New Yorker sobre crecer siendo latino en esta época, donde relató haber descubierto que era vecino de James Earl Ray, el hombre que asesinó a Martin Luther King, Jr. Tenía solo cinco años cuando vivía en ese vecindario de East Hollywood, por lo que no se dio cuenta en ese momento. Para darle vida a ese mundo, usó su imaginación (sin engañar al lector) para reconstruir ese pasado.

Estas técnicas contienen la esencia del periodismo literario, que combina el arte del lenguaje y la naturaleza práctica de la investigación y la recopilación de información. Los cursos de Tobar en la UCI les dan a los estudiantes de ciencias sociales la oportunidad de participar en el mundo del periodismo literario, ya que todas sus clases, como la escritura sobre la raza, la escritura de la experiencia latina y la introducción a los estudios chicanos/latinos, giran en torno a una importante tarea de escritura creativa. Tobar dice que el periodismo literario es una forma avanzada de narración de historias que les brinda a los estudiantes herramientas con las que convertirse en pensadores y escritores sobre el mundo.

“Le digo a las personas: 'Escríbeme una historia, esa es la tarea. Escríbeme una historia que capte mi atención. Tu trabajo es hacerme llorar, hacerme reír, hacerme enojar, intrigarme'”, comentó. “Así que recopilo todas estas historias, que son de todo el estado: un niño indocumentado de Central Valley que tiene que subirse al escenario y tocar una canción de Morrissey; una joven que se va de aquí todos los fines de semana y describe sus viajes en autobús de regreso a Calexico para ver a sus amigos y familiares; un niño que creció en una familia de agricultores en el condado de Ventura. Hay una gran escasez de literatura de no ficción verdaderamente sobresaliente, y pienso en las experiencias contemporáneas de las personas menores de 30 años. Son realmente limitadas y difíciles de encontrar, especialmente sobre personas de color. No hay nada mejor que pueda hacer que la gente lea que leer esas cosas”.

Para reflejar la diversidad de los estudiantes, las lecturas incluyen historias contadas por escritores afroamericanos, latinoamericanos, chinos, del sur de Asia y árabes. Para Tobar, “lo importante de eso es que la gente se dé cuenta de que son actores y que su gente siempre ha estado presente en la historia estadounidense”.

El profesor le rinde homenaje a una historia estadounidense específica en su quinto libro, una novela que se publicará en 2020. The Last Great Road Bum está basada en la vida de Joe Sanderson, un estadounidense blanco que luchó en la guerra civil salvadoreña, del lado del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Sanderson murió con su mochila puesta, donde había un diario realista sobre la guerra y en el que también contaba que había pasado los últimos 20 años viajando por el mundo, presenciando guerras en tres continentes diferentes, con la esperanza de encontrar la historia perfecta para contar. Hace once años, Tobar encontró una copia del diario de Sanderson y se encargó de escribir una novela basada en su vida, para compartir una historia que hasta entonces había sido silenciada.

Recientemente, Tobar escribió una historia corta contemporánea sobre un hombre alojado en un centro de detención de inmigrantes que dice que no es realmente sobre ningún hombre detenido en particular.

“La historia es realmente sobre mí, y trata sobre ser padre y sentir la corrupción en el mundo. Somos pequeños frente a toda la injusticia del mundo, pero en ese momento, en ese espacio que creamos al construir esta historia, sentimos que somos sus dueños”.

Photo credit: Steve Zylius / UCI

English
Literary Journalism